miércoles, 10 de junio de 2009

Mi 4CN



Como siempre después de una concentración nacional me cuesta unos días volver a la vida normal, ya que en esos tres días escasos son muchos los sentimientos, vivencias y sensaciones compartidas que uno acumula y siente. De nuevo mis amigos y hermanos YBReros me han demostrado de la clase de humanidad que están forjados. Como muchos han admitido: “Somos una gente especial”, gente que marca, que se hace querer y que, ante todo le gusta compartir y divertirse. Cada día estoy más agradecido a la vida, por haber conocido a gente así. El teneros como amigos, y algunos como hermanos, me hace rozar de vez en cuando la felicidad. De estos sentimientos se nutre nuestra siempre dispuesta ansiedad por repetir concentraciones nacionales, que nos permite por lo menos una vez al año compartir unos días con YBReros e YBReras de casi toda la geografía española, establecer lazos de amistad y consolidar los ya creados. Solo unos pocos, si los hay, no harán esta lectura de lo que significa y lleva consigo este evento anual del ClubYBR, pero dudo que no les marque como a casi todos nosotros, pues es terminar una y ya estamos echando de menos una nueva. Como yo os echo de menos ya, y no desde hoy, si no desde el momento en el que en la vuelta a casa me despido del último YBRero y recorro los pocos kilómetros que se me separan del hogar, y como muchos ya espero la siguiente nacional como agua de mayo. ¿Incomprensible?, si pero verdad.

El viaje de Ida.

Ya hacía unos años que no hacía un recorrido así con mi querida “Profe”, y la verdad que ella estaba preparada, pero yo tenía mis dudas sobre como lo iba a pasar. Solo recorrer los primeros cincuenta kilómetros ya me sentí tranquilo y ansioso por recorrer el camino a Seseña.
Nos encontramos en la “Alfombra Roja” de Barcelona, todos conocidos y un nuevo YBRero, Ferre, con una YBR Classic, una maravilla que en algunos momentos adelantaba a sus hermanas YBR’s, incluso a las grises, que como ya sabréis son las que más corren. Salimos puntuales al encuentro de PENTAX y Canapé en la A.S. del Bruc, y tras los saludos salimos hacia la A.S. del Cisne en Zaragoza para encontrarnos con el resto de los YBReros de la expedición NE. La moto de atorralbo, la “Yami”, la verdad es que no iba muy bien y, de hecho en el triángulo fatídico de Medinaceli se paró y dejó a atorralbo sin montura a unos kilómetros de la llegada. Gracias al coche escoba de Jofus todo fue más fácil y llegamos al fin a Seseña sin más novedad, eso sí en dos grupos, pero sin novedad.

El Albergue

Habían habido comentarios en el foro sobre el albergue, las prohibiciones conocidas, y me consta que algún que otro recelo sobre nuestro grupo por parte del personal del albergue, recelos que creo fueron desapareciendo a la vez que aparecían YBReros e YBReras por la puerta de entrada. Solo vernos creo que la confianza en el grupo iba aumentando. ¿Cómo no? Las instalaciones estaban muy bien, una buena distribución y aunque los servicios eran pocos para el nivel de ocupación, creo que nos organizamos bien para las duchas. También el servicio de comedor me pareció muy correcto y la pena fue que no estuviera en funcionamiento la piscina, pues el sábado después de la visita a Chinchón más de uno la hubiera utilizado. Me gustó también el gran espacio en el patio, con más tiempo se hubieran podido realizar algunas actividades en ese lugar. Más que correcto, bien comunicado y con mucho espacio. Un acierto de los organizadores, uno más.

La cena de Hermandad

¿Qué decir?, increíble, tremenda, apetitosa, abundante… no sé, cada vez que se celebra una, recuerdo de donde salió esta idea y cada vez creo que fue más que acertada. Compartir los alimentos típicos de cada tierra en hermandad con todos es algo no tiene punto de comparación con cualquier cena concertada. Descubres productos exquisitos, artesanos, hechos en casa por las manos de madres, hermanas o hermanos, mujeres, novias, vecinas… gente que de alguna forma comparten con nosotros esa cena. Compartir los alimentos con los que vas a pasar unos días de convivencia creo que es la mejor forma de empezar una concentración, y aunque algún despistado o despistada no se haya acordado de traer nada para esa cena, nadie lo tiene en cuenta y siempre, siempre sobra para los días posteriores. Así, de entrada, no se le da mucha importancia a este acto de “hermandad” alrededor de la mesa, pero la tiene, y tanto que la tiene, es el momento en el que muchos se conocen, en el que otros se reencuentran, se intercambian saludos y se cuenta lo ocurrido desde la última vez que nos vimos. Conocerse alrededor de una mesa improvisada, repleta de apetitosos productos y rodeada de buenos amigos, ¿no es el mejor entrante para una concentración? Yo digo que sí. Y de esta cena me acuerdo de cacharrilla cortando jamón magistralmente, la confusión de vasos que tuvimos casi todos, el atún encebollado, la caballa de Cádiz, las papitas arrugás y el mojo que nos preparó Candra, el “mosto”, el “cremat” y unos postres hechos de vino, que no recuerdo como se llaman pero si como saben, de miedo. Y bueno, no sigo que voy a parecer un “galgo” tanto hablar de comida.

El sábado

¡Menudo día!, aunque conocía la zona pues la recorrí en julio de 2007 con getamoto, las rutas me parecieron impresionantes, quizás porque las recorrimos al revés que yo las hice entonces, y los paisajes parecían distintos. Otra diferencia fue que desde Aranjuez hasta “Mi Cortijo”, las hice en la “Margarita” de Perenquen y eso si fue un placer. Aranjuez me gustó más que la primera vez, los jardines, la historia que nos contó Perenquen sobre el rey y sus bromas, el niño de la espina, y sobre todo, el refrigerio en la plaza del palacio que nos sentó más que bien, pues el calor era impresionante. Después la comida en “Mi Cortijo”, excepcional a la vez que copiosa. Creo que eso sumado al calor hizo que más de uno echara de menos una buena siestita, entre los que me incluyo, pero las curvas y carreteras desde el restaurante hasta Chinchón, no nos dejó dormirnos. La entrada a la Plaza de Chinchón fue impresionante, las motos aparcadas una a una en un orden casi ensayado y la cara de los paisanos y turistas, por un momento pensé que nos echaban de allí a estacazos, pero Perenquen me confirmó que teníamos permiso, ¿Cómo dudarlo con estos organizadores de primera?, luego fotos y videos y luego la vuelta YBurrera a la plaza. ¿Qué decir, que contar? Si lo habéis visto todos y espero que “Clementina” siga bien y tan noble como aquel día, confío en que no haya quedado traumatizada. La verdad es que me lo pasé bien, me divertí mucho como casi todos vosotros y el resto de personal que había en la plaza. Supongo que nos pasearan en la memoria de sus cámaras la mayoría de turistas que había esa tarde en la plaza pues aquello fue digno de ver, la versión motera de Sancho Panza en directo. Lo que no me explico es por qué me elegisteis a mí con todos los que habíamos en la plaza, la pobre “Clementina” no hubiera resoplado tanto paseando a otro YBRero mas “ligero”, pero de todos modos os agradezco ese detalle pues también forma parte de ese archivo de momentos irrepetibles e inolvidables vividos con este club, os lo aseguro. Y por fin un deseo cumplido particularmente por mí: ver al ClubYBR en el centro geográfico de la península ibérica, en el Cerro de los Ángeles. Cumplido por fin pues era el proyecto en la 1ª CN, aunque no muchos conocen la historia, si que os diré que fue uno de esos momentos que siempre guardaré y en aquel lugar, en el momento de reunir al grupo, en mis pensamientos estuvieron muchos que no pudieron estar allí en aquel momento pero de alguna forma estaban, en mi silencio y en mi interior formaron parte de aquella foto. Después de ese momento inolvidable para mi, volvemos al albergue, algunos nos vamos al bar a esperar la hora de la cena, hablamos, reímos, bebemos y nos contamos miles de historias. Luego, a las nueve, a cenar. Es el momento más emocionante siempre para mí. Es el punto y seguido de la concentración, el instante en el que resumes todo lo vivido en esos días y cuando compartes tus impresiones con los sentados cerca de ti en la mesa. Primero unos entrantes exquisitos, luego unos segundos copiosos, y por fin el cava, ese cava que desde nuestra primera concentración nacional La Xarmada de la mano de Resto nos obsequia y con el cual hacemos nuestro brindis YBRero, con el cual brindamos por el club, por los ausentes y por los presentes deseándonos todos salud y fortuna, alguno pensará que es una costumbre rara, pero siempre que lo he pronunciado me he acordado de todos los que no nos acompañan y seguro lo desearían, creo que es una forma de rendirles un pequeño momento de recuerdo y de trasmitir que están presentes en nuestros pensamientos. Luego de los postres, los regalos. He de admitir que la preparación que tuvieron a bien realizar estos “figuras” de organizadores, nos dejó a casi todos perplejos. Muchos pensamos en el rostro que le habían echado, pero sinceramente a algunos no nos engañaron. Era impensable que personas con la nobleza, responsabilidad y sobre todo, buen hacer de esos cinco perfectos anfitriones, hicieran algo así: repartirse los trofeos por haber organizado la concentración, repartir dos reconocimientos para TCR y YAMAHA, repartir los premios a los YBReros y las YBR’s y luego dejar cuatro para sortear. No coló, pero lo hicieron muy bien. Luego tras el reparto, me doy cuenta que no hay ningún Inoxbob, como lo ha llamado Gabriel, para mí. Pensaba en que después de la broma de inicio algo estarían tramando. También pensé que podía ser que no hubiera bastantes y que sabrían que yo lo entendería perfectamente. No sé, la verdad es que no le di mayor importancia pues aunque no es sabido, no suelo entregar mi identificación en los sorteos. En esta sí que lo hice, ya que no he tenido nada que ver en la organización, es por eso que no entendía que no me entregaran ni siquiera en diploma, digámosle así, de recuerdo. Es por eso que mi teoría de la falta de Inoxbob’s suficientes se hacía evidente. Este YBRero nunca se esperó lo que le cayó después de que Gabriel explicara a todos que a mí no me habían dado regalo, que muchos no se habían dado ni cuenta. Recuerdo que lo comenté con los que tenía a mi lado y no le dimos mayor importancia. Luego me hacen levantarme para entregarme un regalo. No puedo ni decir lo que sentía en esos momentos, ya que no estoy acostumbrado a que me hagan regalos, de ningún tipo. Yo soy de los que me gusta tener detalles con todo el mundo pero le sorprende que se los hagan. Solo en la primera concentración, en Valdepeñas, me obsequiaron con una placa que conservo como un tesoro, pues es la primera vez que me obsequiaron con algo así. Supongo que los que estuvisteis en la cena del Quijote, esa noche, verías la cara de sorpresa que puse al intentar abrir aquel paquete, que para más inri, estaba empaquetado al revés. ¡Qué sorpresa!, no tan solo el Inoxbob, sino una foto con mi “Cheíta” en Poitiers, mi Nick y los logos de las concentraciones y KDD’s del foro, incluida la 4CN. De verdad, lo dije entonces y lo reitero ahora: aunque mi agradecimiento es enorme y me siento muy feliz por vuestra demostración de cariño, afecto, amistad, solo con ver que este club es lo que siempre quise, que su gente es especial y que somos capaces de movilizarnos para reunirnos sea donde sea, yo estoy más que recompensado y ese reconocimiento que me expresasteis es el que yo os tengo a todos y cada uno de vosotros, porque de alguna manera, esto no sería lo que es sin todos, TODOS vosotros. Pero igualmente lo guardaré en un buen lugar para recordar día a día que me debo a este club más aun si cabe. Es por eso que Gabriel ganó su apuesta al afirmar que se me saltarían las lágrimas, ¿Cómo no?, es mucha la emoción que se siente cuando te expresan algo así, y también se sumó la tristeza que he llevado conmigo en esta concentración, me refiero a las bandanas, realmente me ha sabido muy mal no poder entregarlas a muchos que la esperaban, pero como ya dije, me ha sido materialmente imposible tenerlas. Se suman muchas emociones y de alguna forma han de salir y si encima uno es de lágrima fácil más aún. Siempre recordaré esos instantes, que aunque breves, recargan la batería de la felicidad y hoy por hoy andamos todos muy necesitados de ella. Gracias a todos por todo.

La vuelta a casa

El peor de los instantes, las despedidas, los adioses o mejor que eso, los “hastaluegos”. Lamentablemente tras la noche de la cena YBRera, siempre hay un amanecer que sin remedio te separa de aquellos y aquellas con los que compartirías mucho, muchísimo más y mucho más tiempo, pero hay cosas que no se pueden evitar y, aunque disgustado como un niño sin recreo, has de partir hacia casa, hacia tu vida habitual, hacia la realidad tras un sueño recordado al despertar y que como unos brazos amables, te rodea durante muchos días después de esta inevitable tanda de despedidas.
Siempre es distinto volver que partir, sobre todo en los pensamientos que te llenan el tiempo en el que, aunque acompañado, conduces aislándote un poco del mundo. Así como a la ida tus pensamientos son de expectativa y ganas de ver a esa gente con la que compartirás unos días, a la vuelta se convierten en recuerdos. Recuerdos emotivos, amables, simpáticos, inolvidables. Pasan por tu mente tantos buenos momentos que la carretera se hace más corta y más llevadera, por lo menos para mí. Esta vuelta a casa, sin prisas y sin agobios transcurrió sin novedad y poco a poco volví a dejar atrás a mis hermanos YBReros, primero a Raquel en Cienpozuelos, luego a Kiko y a Quique en Zaragoza, a Penta, Jofus, Cesar, Ferre y atorralbo en la A2 y a Aitrus en la C58. Para como siempre realizar los últimos kilómetros a casa en soledad, como partí hace unos días. Son esos momentos en los que empiezo a echar de menos a todos y en la soledad del camino reflexiono lo poco que me queda por reflexionar y pienso ya en la próxima vez que viviré una concentración. ¿Qué tenéis que os necesito tanto?

Agradecimiento y Reconocimiento

Agradecimiento a todos y cada uno de vosotros por haberos decidido a participar en esta gran concentración. Por haber compartido conmigo y con los demás vuestra amistad y cariño. Por haber creído en un proyecto que ha demostrado haber sido único, genial e irrepetible. Por atreveros sin complejos a hacer miles de kilómetros para vivir el evento anual por excelencia de este modesto, pero no por eso, gran club. Por ser como sois: “Especiales”
Reconocimiento a los organizadores de esta gran, gran, gran concentración:
Gabriel Izquierdo y familia, Griffi, Perenquen, Getamoto, Er Tomy, Chopi, Cacharrilla y contraria, y a todos los que de una forma u otra han participado en la elaboración y realización de este evento que se recordará en nuestra historia como una de las más grandes concentraciones nacionales. De corazón gracias, si este club es grande no es por el número de sus componentes, sino por la calidad humana que encierra dentro de él. Estad más que seguros que lo habéis hecho magistralmente bien. GRACIAS.

De la letra de “Madrid” (Dover):

Round and round.
The glitter, the flashing, the cars.
Don´t know!
My favorite city in the world.
Let´s dance! Let´s meet up and dance!


Vueltas y vueltas.
El brillo, el parpadeo, los coches
¡No sé!
Mi ciudad favorita en el mundo.
¡Vamos a bailar! ¡Vamos a reunirnos y bailar!



Gappy.

martes, 31 de marzo de 2009

TOURIST TROPHY – PROJECT CLUBYBR 2008 (1ª Parte)

Los inicios.

Fue sobre en el año 2005 cuando conocí más a fondo la historia de la legendaria y mítica prueba de la Isle Of Man, el Tourist Trophy. Por aquel tiempo tenía a Sebas Garriga de compañero de guardias en el hospital donde trabajo, un apasionado de la moto clásica del cual he aprendido muchísimo del mundo de la moto y no dejo de aprender. Me contó la historia de esta prueba apoyándose con libros, vídeos y fotografías. Desde el primer momento me apasionó muchísimo todo lo relacionado con la Isle Of Man y el Tourist Trophy, y algo me decía que algún día yo recorrería su trazado, rodar por ese circuito centenario, por donde rodaron antes miles de apasionados de la moto, grandes corredores, campeones de todas las épocas, con motos legendarias desde 1907, era para mí una de esas metas que te pones y en la que no dejas de pensar. A partir de entonces, todo fue una búsqueda incansable de datos, rutas, medios de transporte, documentación sobre hospedajes, ferris, etc. Cada de vez en cuando, volvían las ganas de cumplir ese sueño que me prometí realizar, y cada vez lo veía más cerca, pero a la vez, aparecían inconvenientes que me hacía posponer mi proyecto. Surgieron muchas dudas sobre que moto llevar, esperar a tener alguna con más cilindrada que la YBR y más adecuada a un viaje de esa envergadura, ir en ferri hasta el sur del Reino Unido para así no hacer tantos kilómetros en moto, salir de Bilbao o salir de Santander, o aventurarse de una vez por todas y cruzar Francia hasta el paso de Calais y luego allí tomar el ferri o el eurotunnel para llegar al Reino Unido, cruzarlo y por fin llegar a la Isle Of Man. Barajé todas las posibilidades sobre esta ruta, y tras darle más de mil vueltas decidí cual sería la ruta a realizar. Desde luego descarté el subir al Norte y desde allí, Bilbao o Santander, viajar en barco hasta el Reino Unido, consideraba que el planteamiento que había de hacer era ir en moto desde casa hasta la isla, quitados los recorridos inevitables en ferri ya que considero que esa es la forma, llamémosle, auténtica de ir a Man. Me decanté totalmente por la que llamé “Ruta de Francia” y con esas premisas, empecé a calcular todos los detalles. Sobre con qué moto viajar, lo tuve muy claro desde el principio, con alguna de mayor cilindrada que la YBR en mi primer viaje a IOM, después ya vendría la aventura de hacerlo con la YBR. Por lo que mi proyecto quedaba un poco en “stand by” hasta que me hiciera de una máquina adecuada.
Durante un tiempo, estuve buscando la moto que se adecuara a mis proyectos y a mis preferencias. Para empezar, cumplí un deseo o capricho que tenía desde hacía ya unos años y busqué hacerme con una YAMAHA XV Virago de 250 cc, tras alguna negociación que otra, la compré por muy buen precio y un estado impecable. Disfruté de ella durante unos meses preciosos y rodé más de 14000 km con ella. Como he dicho, más que nada era un capricho, ya que siempre me gustó esa máquina, le cambié algunos detalles que tenía y no me gustaban y la dejé casi perfecta. Neumáticos, alforjas, emblemas, defensas y pantalla, hicieron que muchos de mis amigos aficionados a la moto, se interesaran por ella, ya que conocían muy bien mis intenciones, disfrutarla durante un tiempo y luego cambiarla o darla de entrada por una moto superior. De hecho, estas eran mis intenciones, más o menos, pues barajé durante un tiempo quedármela y viajar con ella. Probé viajes de 300 y 400 km, pero la Virago se quedaba pequeña ya que su autonomía es muy limitada y en recorridos de más de 200 km se me cargaban los riñones por la posición de conducción. Parece mentira pero aunque a priori parece muy cómoda, en rodadas largas deja de serlo y esto hizo que la desechara como moto para viajar. Luego vino un tiempo de buscar una moto adecuada. Probé alguna de segunda mano, pero o eran muy caras o no me fiaba del rendimiento del motor, o no me convencieron. Después opté por buscar alguna nueva, como la YAMAHA FZ6, pero era muy alta para mí y por aquel tiempo no había ningún kit que redujese la altura, hoy en día sí que lo hay. Y por fin, después de mucho buscar, comparar y pensármelo, sin querer descubrí la moto que me convenció totalmente. Fue en Montmeló donde la vi por primera vez, en una sesión de pruebas de BMW. Miki, un compañero de trabajo iba a probarla en la “Test Rider” de BMW y me propuso que le acompañara, así lo hice y descubrí la F800S. Esa es la máquina que necesito, pensé. Apropiada para los dos usos más habituales que le quería dar: rodar en carreteras viradas con una conducción sport y hacer rutas de cientos de kilómetros cómodamente. Era la moto ideal para mí, pero… el precio y la altura volvieron a hacerme dudar. Pero, ¿cómo es la vida?, comentando sobre la moto en la hora del almuerzo en el hospital, otro compañero motero me informa de las facilidades que BMW da para la compra de la moto, además me pide que entre en la web de BMW y que compruebe las posibilidades que hay en reducción de altura. Pronto compruebo que es posible adecuarla a mí, por lo que no me lo pienso y me acerco al concesionario de Terrassa y empiezo las negociaciones para hacerme de ella. Vendo la Virago a muy buen precio y tras una espera de dos meses, mi “Cheíta” ya está en Terrassa y puedo ir a buscarla.
Mi proyecto del Tourist Trophy empezaba a tomar forma. Fueron muchos meses de rutas, viajes y kilómetros los que me convencieron para hacer una primera gran ruta en el verano de 2007, la vuelta a España. 7900 km en los que el disfrute con la moto fue inmenso. Un consumo bajo, cómoda, ligera y sobre todo, fiable. No había más que solucionar el problema de las maletas y ya estaría lista para mi aventura de Man. Ese verano fue una prueba de fuego que hizo que viera más cerca la posibilidad de llegar a la IOM sin ningún problema. Por navidad del 2007 compré las maletas originales, le adapté el soporte del baúl que tenía en la “Profe”, y subí a Pingüinos con todo el equipamiento. Tenía espacio de sobras para el equipaje y montarlas y desmontarlas era comodísimo, me dieron un resultado perfecto y ya no había más que cambiar neumáticos para emprender el viaje a Man. Tenía desde febrero de 2008 hasta agosto, para preparar la ruta, reservas y pormenores, y en la más absoluta discreción lo fui preparando todo. Mi sueño empezaba a ser una realidad.

viernes, 27 de marzo de 2009

¿Qué puedo hacer para que nadie se pierda la 4CN?

Ya conozco de primera mano lo que significa organizar y desarrollar una concentración nacional del ClubYBR, muy bien que lo sé. La pasión que se le pone, la preocupación por tenerlo todo cuadrado y que nada se te quede atrás. La incertidumbre de ver que pasan los días y el número de inscritos no aumenta, ¿llenaremos el Albergue?, las camisetas, ¿estarán terminadas en la fecha?, ¿tendremos ayuda de alguien?, ¿les gustarán las instalaciones, los menús, las rutas, a los participantes?. Fechas límite, horarios, cuentas, proveedores…, todo un sinfín de variables a una ecuación que ha de dar un resultado igual a diez.

Uno se vuelca en promocionar el evento, en darle impulso, en ponerla lo más asequible a todo el mundo y, realmente, llega un momento que uno se imagina al resto del grupo, valorando desde la distancia si realmente merecerá la pena inscribirse, cuando en realidad son la mayoría los que en realidad están tan nerviosos como tú por que llegue ese día. Luchan por unos días de fiesta para poder ir, pactan con las empresas esos días, o con la familia. En definitiva, que las paranoias de uno le hacen ver lo que realmente no existe, pero es tanta la presión que has de soportar, que es normal que te desanime el hecho de ver que el número de participantes no aumenta. Solo quien lo ha vivido se puede hacer una idea de lo que representan esos meses anteriores al evento. El hecho de partir de un número mínimo de ocupantes en el Albergue es lo que mas fuerza la situación, ya que partimos de la base de no compartir con nadie el lugar en esos días. Por comodidad, por tranquilidad y porque quieres que esos días todo al que te cruces sea del club. Esa es la cuestión, llenar el albergue, ya que con eso cuentas, con el coste por persona y día con respecto a un número de participantes. Temes sobre todo, que el número sea inferior y tener que llegar a pasar el “gorro” a última hora para poder pagar los gastos del Albergue. Con la preocupación de que alguien pueda pensar que has tenido una mala planificación, o que el dinero se ha destinado a algo que no viniese al caso. Sea como sea, esta es la preocupación principal que a uno le angustia cuando el número es 52 y no pasas de 32…

Ante el desánimo que inevitablemente aparece, solo queda tirar un poco de la historia de las concentraciones nacionales del club y darte cuenta que en al principio de la exposición del evento llueven las inscripciones, luego llega una etapa de calma y a última hora, como buenos españoles que mantienen sus tópicos como está mandado, surgen inscritos por donde no los había y casi te falta espacio en el albergue. Son todos esos que han estado pactando días y re calculando posibilidades para no perderse la concentración. Normalmente ocurre así, pero hasta que llega ese momento, cuanta angustia, cuanta preocupación y cuantas veces te has preguntado: ¿Qué puedo hacer para que nadie se pierda la 4CN?

Y esto va para los organizadores de este año: no podéis hacer más de lo que ya estáis haciendo, pues estáis haciendo mucho y muy bien, lo he dicho hasta la saciedad. Quizás son los inscritos quienes tienen en sus manos la posibilidad de agrandar el grupo. Participando con comentarios en el hilo de la concentración, ayudando y animando a los que no han participado en ninguna y quizás no se deciden por miedo a los kilómetros o por desconocimiento total de lo que una CN significa. Y a los indecisos a decidirse. Por eso iniciativas como colgar vídeos de concentraciones anteriores es una forma muy positiva para mostrar como son estos eventos y dar así un poco de empuje al tema. Pero como he dicho antes, el comentar las ganas, las experiencias de otras pasadas y la inquietud por que pasen estos meses pronto, ayuda más de lo que nos podamos creer. Creo que el hilo de la concentración ha de ser un hilo muy caliente, participativo y sobre todo visitado. Leer mensajes y mensajes de la 4CN, hace que la tengamos presente a diario y que nos animemos más aún si cabe. Hay que darle la importancia que se merece a este evento, el mayor anual del ClubYBR, y punto de partida de grandes amistades y de consolidación de este club como club. Hagamos que nadie se lo pierda.

jueves, 5 de marzo de 2009

La 4ªCN del ClubYBR


Como decía Griffi en su presentación de esta 4CN del ClubYBR, asusta un poco hasta donde ha llegado este club que unos locos nos empeñamos en crear hace ya mas de cuatro años. Desde luego, aunque nunca nos ha faltado imaginación, ganas y sobre todo coraje, creo que ninguno de nosotros nos imaginamos nunca el alcance de este proyecto, iniciado con más ganas e ilusión que con recursos. Pero a fuerza de estar ahí día a día, empezamos a poner en práctica todo lo que se nos ocurría, y en menos de un año empezamos a salir a rodar con nuestras YBR's mas allá de las rutas cotidianas. Así en 2006, participamos en la Pingüinos, hicimos múltiples KDD's a nivel regional e incluso algunas fuera de nuestras propias regiones. Y así el mes de mayo de 2006, nos inventamos nuestra 1ªCN, que celebramos en Valdepeñas y donde demostramos que la distancia solo es un problema cuando no tienes en cuenta las satisfacciones que encuentras en un evento tan multitudinario y variado como supone el pasar unos días con YBReros de tantos lugares diferentes. Cuando compartes con verdaderos amigos la carretera y las estancias y visitas que componen una concentración nacional. Es indescriptible la cantidad de buenos momentos, buenas sensaciones, experiencia y sobre todo la amistad que compartes en esos dos o tres días.
Luego de la primera, que nos sorprendió por lo exitosa que fue, vinieron la 2ª y la 3ª, a parte de las múltiples KDD's y concentraciones menores que nos sacamos de la imaginación y que consolidaron nuestro buen hacer y ganas de reunirnos mas a menudo. Se han convertido muchas en ya clásicas, y, al comenzar el año, empezamos a tachar en el calendario más o menos las fechas en las que se desarrollan. Para moteros de mas experiencia que nosotros, comprobar la actividad, a veces frenética, que tiene este club, dedicado a una moto de 125 cc, no puede mas que sorprenderles y de algún modo, causarles curiosidad, ya que no es nada fácil reunir a moteros de casi toda la geografía de España, con las distancias que ha veces se han tenido que recorrer, subidos a una modesta moto como es nuestra querida YBR. Sinceramente, Griffi nos calificaba de locos y puede que tenga razón, pero como alguna vez ya expresé: "Bendita la locura que te da tanto y cuesta el esfuerzo de darte y entregarte a tus sueños."
Hay que ver estos eventos nacionales como eso, como un sueño. Un sueño que se cumple cada año y que hace que cada vez que acaba una concentración nacional, estés deseando comenzar otra nueva, ya que cada una te aporta un poco mas de ese espíritu que trasmite el compartir con los demás esa locura que llevamos dentro.
Pues ya está aquí la 4ªCN, cuatro ya!, no lo hubiéramos pensado nunca, pero es real, este mes de mayo en Seseña, Toledo, se vuelve a reunir el gran grueso de los YBReros de este club para compartir tres días increíbles. La ubicación es, desde luego, la más céntrica posible en nuestra península, aunque para algunos supongan unos cuantos cientos de kilómetros, en realidad eso no es mas que un añadido de emoción y aventura a la concentración, por lo menos para mi. Algo que eché en falta en la pasada, recorrer cientos de kilómetros en grupo con mis hermanos YBReros, la parte más épica y emocionante de una concentración nacional. Pero este año, si que voy a poder rodar unas buenas horas, acompañado de muchos con los que ya he rodado y compartido mucho camino y alegrías, buenos momentos, momentos algo difíciles y experiencia, la experiencia que adquieres cada vez que sales en una formación así. Espero ese día con impaciencia.
Por otro lado, es mucho de agradecer, el esfuerzo que los organizadores de esta CN están realizando. Para casi todos, esta es su primera experiencia como organizadores de un evento así, pero el empeño y el tiempo que están derrochando por el resto del grupo, es más que admirable, digno del agradecimiento por todos nosotros. Digo esto, sabiendo lo que conlleva organizar un evento de este nivel, y viendo como se están desarrollando los preparativos, el trabajo que se está haciendo y la ilusión y responsabilidad que demuestran, cada día estoy mas convencido que la decisión que un día se tomó al pasarles el testigo para la organización de esta 4CN, fue más que acertada, acertadísima. Espero que pasen estos meses pronto para poder vivirla de primera mano y tener la satisfacción de compartirla con nuevos y ya viejos amigos. Estar con todos esos días, es algo que no me quiero perder y quiero disfrutar. Se que habrá tiempo para agradecer a estos figuras su trabajo, pero quiero empezar desde ya ha hacerlo, pues es muy bueno el trabajo que están haciendo y todos les debemos una enorme gratitud, ya que es muy grande lo que hacen por nosotros.
Muchos serán los que vivan su primera concentración nacional este año y estoy convencido que seguro no será la última, por que aunque las anteriores fueron extraordinarias, esta tiene todos los números para ser muy grande, muy importante en la historia de este modesto club. Por eso me saben muy mal las inevitables ausencias que se producirán, uno quisiera estar con el mayor número posible de YBReros, pero no siempre puede ser y seguro que echaré a muchos de menos, pero quizás, el conocer a otros por primera vez, compensara un poco las ausencias, como en otras ocasiones me ha pasado, es algo que no se puede evitar y solo queda pensar en que habrán muchas concentraciones mas, que seguro que las habrá, por que con gente así, no es posible olvidarse de nuestra reunión anual, sea donde sea y llueva lo que llueva.

miércoles, 4 de marzo de 2009

La Odisea de mi Cheíta II



Los planes de ir a San Blas, Madrid, el viernes 6 de febrero se han vuelto a truncar. Esta tarde, por previsión, he mirado el pronóstico del tiempo para el fin de semana próximo en el trayecto de Madrid-Barcelona, y me he caído de espaldas. Otra vez, y será la enésima de este invierno, pronostican nieve en el centro de la península, es mas, desde Calatayud a Madrid, y por la parte de Cuenca, en el trazado de la A3, que sería la 2ª alternativa, ídem de lo mismo. Por lo que tras el disgusto llamo a Griffi para comentarle la jugada y me dice que hoy por la mañana había estado nevando. Pero bueno, esto ya si que empieza a ser la Odisea Cheíta , es mas, me parece que a este ritmo la paso a recoger de camino a la 4CN. En fin, he podido cambiar el billete del AVE para el día 20 de febrero, y espero, POR FIN, que ese finde luzca un sol precioso y poder traerme de una vez la moto a casa. Aunque a este paso dudo de que quiera venirse conmigo. Y el viernes 20 de febrero, vuelvo a subir en el AVE de Barcelona a Madrid con el convencimiento de que esta vez, por fin, si que vuelvo a casa en moto. Llego puntual y al salir hacia el aparcamiento de la estación de Atocha, veo a Griffi acercándose, como siempre, una alegría enorme encontrarte con el, un verdadero hermano que se vuelca con sus amigos. Tras dos o tres infracciones de tráfico, nos dirigimos a pasar por sugerencia mía por delante del Parlamento y el ayuntamiento pues no había pasado nunca por ahí. Veo los leones pero no a José Luis, nuestro presidente, lástima pues me habría hecho ilusión hablar con el un rato. Tras la visita "topicazo", nos dirigimos a San Blas, voy a ver mi moto tras mas de un mes, en realidad ha estado en Madrid mas de dos meses y me pregunto si se acordará de mi, o si yo me acordaré de conducirla. Bajamos al aparcamiento y allí estaba, cubierta con una jarapa que Griffi le puso para evitarle el polvo y protegerla de miradas indiscretas. ¡Que guapa!... ¿te acuerdas de mí? y a Griffi solo se le ocurre un comentario: Y ahora ¿donde apoyaré el casco y las cosas?, me venía de perlas como apoyadero. Lo siento hermano, pero esta se viene conmigo hoy caiga lo que caiga. Subimos a cu casa a cambiarnos, saludo a sus padres y salimos hacia Torrejón a comer algo. Como siempre, soy muy bien recibido por la gente del Vanelly, los cuales ya me tratan como un habitual, no me extraña. Tras comer y hablar de la 4CN sobre todo, aparece Perenquen que se pide "algo ligero" mientras Griffi y yo tomamos café y un chupito sin, ya sabéis, esos microchupitos de la casa. Suena el móvil de Griffi y me comunica que su padre se ha encontrado en su habitación un móvil que posiblemente sea mío. ¿Posiblemente?, es el mío, con las prisas me lo dejé encima de la cama. Vaya hombre, ya empezamos, hemos de volver a San Blas y salir por allí hacia la A2, con lo fácil que lo tengo desde Torrejón. El caso es que me retrasaré un poco, pero espero llegar a Zaragoza con luz, el resto del camino es mas tranquilo ya que pretendo tomar la AP2 y dejarme de autovía. Tras despedirme de Griffi y sus padres que iban en coche indicándome la ruta hacia la A2, salgo de Madrid sin no pocas retenciones. La verdad que hasta Guadalajara la circulación fue lentísima, aunque observe una aptitud muy noble de los conductores de por allí. Me recordaba a los atascos en las autopistas de Inglaterra cuando estuve allí este verano, cuando se daban cuenta que pasabas entre los coches, muchos se apartaban ligeramente para dejarte pasar, me sorprendió y es verdaderamente de agradecer. Esto hizo que mi retraso con respecto a lo previsto no fuese considerable. Hasta Calatayud de un tirón, paré a repostar y a beber agua, pues la comida del Vanelly me la pedía. La moto iba fenomenal, casi parecía que tenía muchas mas ganas que yo de rodar, pero mis muñecas, dedos y antebrazos empezaban a pasarme factura. Han sido dos meses sin circular con ella y hacer recorridos de 5-10 minutos. Parece mentira pero el cuerpo se desacostumbra fácilmente, pensaba en que aún me quedaban unos 90 Km hasta Zaragoza y ya eran casi las seis de la tarde. Pregunto al dependiente de la gasolinera a que hora anochece por aquí y me dice que sobre las siete mas o menos, por lo que me animo y salgo rápido hacia Zaragoza, al final conseguiré llegar antes de las siete. De un tirón llego a Pina de Ebro, al área de servicio y se me ocurre llamar a Quique y Esther por si estuvieran por allí y pasar a verlos un rato. Estaba cansado y la verdad ya no me importaba llegar temprano a casa. Hacía frío, pero el cielo estaba despejado. No consigo comunicar con ellos y continúo hacia casa. Al llegar a Montblanc, mis dedos estaban completamente agarrotadas, no por el frío, si no que por la falta de costumbre y por mantenerlos siempre en la misma posición Tanto es así que apretar el embrague para cambiar como al frenar con el freno delantero, es una tarea complicada para mis dedos. Paro en el área de servicio a repostar y a cenar, ya que quiero llegar a casa, pasarme por la ducha y meterme en la cama lo antes posible. No lo había dicho, pero la noche anterior trabajé y no había dormido desde el jueves por la mañana. No tenía sueño, pero me sentía cansado. Cuando ya encarrilé la AP7 y vi que me quedaba menos de una hora para llegar a casa, empecé a sentirme mejor, hacia ejercicios de estiramiento con los dedos para mantenerlos vivos y aunque el frío empezaba a calarme un poco, el solo hecho de conseguir llegar con la Cheíta a casa por fin, hacía que nada me doliera, me sentía feliz. Al llegar a Sabadell, esperaba encontrarme a muchos de mis amigos haciéndome la "ola" y a muchos otros aplaudiendo al paso de estos dos triunfadores, pero eso solo lo viví en mi imaginación. La imaginación de un colgado por sus motos, su club y sobre todo por esta afición tan especial como es la del motero. Tras dejar a mi Cheíta en el garaje junto a la Profe, me sentí realmente a gusto, es difícil de explicar esta sensación, pues también es difícil de comprender para muchos, estos sentimientos. El cariño y apego que uno tiene por una máquina, las satisfacciones que uno recibe de ellas y sobre todo, el agradecimiento que le tenemos por ser el hilo conductor que nos conecta con el mundo, sus paisajes, sus ciudades, sus gentes y sobre todo con nuestra libertad. Algunos piensan que los moteros nos subimos en la moto para aislarnos, pero yo creo que no es bien bien cierto, para muchos otros es la forma de conocer el mundo y de comunicarnos con las personas con las que compartimos mucho, no se lo que otros piensan de esto, pero para mi es algo impensable, al menos de momento, el vivir sin rodar en moto. En fin, ya tengo a mis dos amores en casa y estoy deseando tener unas horas libre para estirarle las ruedas a las dos en alguna de las KDD's del club, si es que coincido en alguna pues últimamente no se da la ocasión si no es que la organizo yo. Bueno sea como sea, la odisea de mi Cheíta ya ha acabado y quería compartirlo. Se que muchos comprenderán lo mal que lo he pasado estos dos últimos meses, aunque mi fiel Profe no me ha dejado solo ni un momento.